Agustina del Carmen Otero Iglesias (4 November 1868 – 10 April 1965), better known as Carolina Otero or La Belle Otero, was a Spanish actress, dancer and courtesan. She had a reputation for great beauty and was famous for her numerous lovers. Agustina Carolina del Carmen Otero Iglesias, más conocida como Carolina Otero o La Bella Otero (Valga, 4 de noviembre de 1868-Niza, 12 de abril de 1965), fue una bailarina, cantante, actriz y cortesana española afincada en Francia y uno de los personajes más destacados de la Belle Époque francesa en los círculos artísticos y la vida galante de París. BiographyAgustina del Carmen Otero Iglesias was born in Valga (Pontevedra), Galicia, Spain, daughter of a Spanish single mother, Carmen Otero Iglesias (1844–1903), and a Greek army officer, named Carasson. Her family was impoverished, and as a child she moved to Santiago de Compostela working as a maid. At ten she was raped, and at fourteen she left home with her boyfriend and dancing partner, Paco, and began working as a singer/dancer in Lisbon. In 1888 Otero found a sponsor named Ernest Jurgens in Barcelona who moved with her to Marseilles in order to promote her dancing career in France. She soon left him and created the character of La Belle Otero, portraying herself as an Andalusian gypsy. She was pretty, confident, intelligent, with an attractive figure. It was once said of her that her extraordinarily dark black eyes were so captivating that they were "of such intensity that it was impossible not to be detained before them". She wound up as the star of Folies Bèrgere productions in Paris.One of her most famous costumes featured her voluptuous bosom partially covered with glued-on precious gems, and the twin cupolas of the Carlton Hotel built in 1912 in Cannes are popularly said to have been modeled upon her breasts. Within a short number of years, La Bella Otero was said to be the most sought-after woman in Europe. She was serving, by this time, as a courtesan to wealthy and powerful men of the day, and she chose her lovers carefully. She associated herself with Kaiser Wilhelm II, Prince Albert I of Monaco, King Edward VII, Kings of Serbia, and Kings of Spain as well as Russian Grand Dukes Peter and Nicholas, the Duke of Westminster and writer Gabriele D'Annunzio. Her love affairs made her notorious, and the envy of many other notable female personalities of the day. Six men reportedly committed suicide after their love affairs with Otero ended, although this has never been substantiated beyond a doubt. It is a fact, however, that two men did fight a duel over her. In August 1898, in St-Petersburg, the French film operator Félix Mesguich (an employee of the Lumière company) shot a one-minute reel of Otero performing the famous "Valse Brillante." The screening of the film at the Aquarium music-hall provoked such a scandal (because an officer of the Tsar's army appeared in this frivolous scene) that Mesguich was expelled from Russia. La Bella Otero retired after World War I, purchasing a mansion and property at a cost of the equivalent of US$15 million. She had accumulated a massive fortune over the years, about US$25 million, but she gambled much of it away over the remainder of her lifetime, enjoying a lavish lifestyle, and visiting the casinos of Monte Carlo often. She lived out her life in a more and more pronounced state of poverty until she died of a heart attack in 1965 in her one-room apartment at the Hotel Novelty in Nice, France. Of her heyday and career, Otero once said, "Women have one mission in life: to be beautiful. When one gets old, one must learn how to break mirrors. I am very gently expecting to die." BiografiaHija de una madre soltera y muy pobre (Carmen Otero Iglesias, 1844-1903) y de un oficial de la armada griega llamado Carasson, apenas tuvo acceso a una educación académica. Tuvo cinco hermanos: Gumersindo, Valentín, Adolfo y Francisco, y una hermana gemela, Francisca. En julio de 1879, a los diez años, fue violada por Venancio Romero "Conainas", zapatero del pueblo, a causa de lo cual quedó estéril y huyó de casa unos meses después para no volver nunca más a su pueblo natal, Valga. Tras la fuga decidió usar su segundo nombre: Carolina, en lugar del primero Agustina. A los trece años conoció a su primer amante, Paco, un joven tres años mayor que ella, quien le enseñó a bailar flamenco, a cantar y a ejercer de comediante en los salones de cantantes. Sin embargo, también fue quien la indujo a la prostitución. Cuando ella enfermó, el médico denuncia la situación de la entonces menor de edad y la llevan a casa, pero su madre la rechaza, tras lo que se une a Paco en Lisboa. Trabajó en una compañía de cómicos ambulantes portugueses. Al dejar la compañía se vio obligada a ejercer oficios muy humildes para salir adelante, como trabajar de criada doméstica, bailar en locales de la más diversa índole, e incluso llegar a ejercer la prostitución. En 1888 conoció en Barcelona a un banquero llamado Ernest Jurgens que la quiso promocionar como bailarina por Francia y la llevó a Marsella, aunque enseguida empezó a promocionarse a sí misma hasta llegar a ser una bailarina conocida en toda Francia como La Bella Otero. En la promoción enfatizaba su origen español (muy exótico en Francia por entonces) y se presentaba artísticamente como andaluza y de origen gitano. La construcción del personaje artístico de Otero está tan llena de mitos que incluso han perdurado hasta nuestros días, habiendo biógrafos que sitúan su nacimiento en Cádiz, hija de una gitana, tal y como ella afirmaba en su autobiografía. Realizó giras por todo el mundo como bailarina exótica y actriz, consiguiendo fama internacional. Se sabe que actuó en Nueva York en 1890, además de visitar otros países como Argentina, Cuba y Rusia, coincidiendo en este último con Rasputín. Otero actuó durante muchos años en París en el Folies Bergère, donde era la estrella y en el Cirque d'été, convirtiéndose en una de las primeras artistas españolas conocida internacionalmente. Otero no era una bailarina profesional y su arte era más instintivo que técnico. Sus danzas eran una mezcla de estilos flamenco, fandangos o danzas exóticas. También era una cantante competente y tenía calidad como actriz. Representó Carmen de Bizet y piezas teatrales como Nuit de Nöel. A pesar de sus éxitos profesionales, Otero había conseguido ascender en el mundo artístico prostituyéndose y haciéndose amante de hombres influyentes. No era una práctica extraña que las artistas ejercieran de cortesanas para aumentar sus ingresos. En la Belle Époque era habitual y los hombres que podían pagar las astronómicas sumas que cobraban estas cortesanas conseguían prestigio. Otero era una de las más famosas y cotizadas de la alta sociedad parisina. Fue amante de Guillermo II de Alemania, Nicolás II de Rusia, Leopoldo II de Bélgica, Alfonso XIII de España, Eduardo VII del Reino Unido y Aristide Briand —con quien tuvo una relación entrañable hasta la muerte del político—, entre otros. Otero llegó a reunir una fabulosa fortuna que, debido a la ludopatía que padecía, fue dilapidando en los casinos de Montecarlo y Niza. Retirada de los escenarios en 1910, se estableció en Niza, Francia, donde vivió hasta su muerte en 1965 totalmente arruinada y sola. Vivía de una pensión que le pasaba el Casino de Montecarlo en agradecimiento por los millones de francos que en él dejara. Nunca se casó. Falleció de un infarto fulminante en su humilde departamento el 12 de abril de 1965, con noventa y seis años. A su entierro solo asistieron varios crupieres y el gerente del Casino de Montecarlo para despedirla. De su vida se han escrito varias biografías y se han hecho películas y series para la televisión. Debido a que Otero inventó parte de su pasado para ocultar hechos como su violación o sus orígenes extremadamente humildes, muchas biografías, películas u otros trabajos en torno a su persona tienen datos inexactos y hechos que nunca sucedieron de verdad. Further interest
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